Todos los días, me iba a la cama frustrada porque en el fondo sabía
lo que debía hacer, pero el miedo me seguía frenando.
¿Cuántas veces dudamos de nuestro poder expansivo para crear, multiplicar y
diversificar nuestros ingresos, verdad?
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Sabía que era hora de elevar los precios, pero tenía miedo que los clientes se fueran.
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Sabía que tenía que estructurar mis ofertas de forma tal que quienes llegaran a mi mundo pudieran pertenecer en él por largo plazo, sin tener que ir a buscar apoyo o respuestas en otro lado, pero no tenía más horas en el día para poder ocuparme de crear esas ofertas.
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Sabía que con los 9 años de experiencia en marketing que tenía, podía crear un programa transformacional, high ticket, pero temía que nadie me lo comprase por ser un precio que yo nunca había cobrado antes.
Pero el cambio ocurrió. Y a diferencia de lo que la MAYORÍA cree, no lo fue solo gracias a la estrategia. Puesto que si todas tuviéramos la estrategia ganadora, TODAS estarían facturando 10K€ al mes.
Por más cliché que parezca, el cambio que me permitió dar el salto, empezó desde dentro. Cuando encarné la CEO de mi negocio, y comencé a actuar como tal.
Trabajar desde mi nueva identidad realmente transformo mi negocio.